oEn el competitivo mundo de la consultoría y capacitación técnica, muchos profesionales se encuentran atrapados en un ciclo de espera interminable. Esperan el momento perfecto, la certificación adecuada, o que el mercado cambie a su favor. Sin embargo, la realidad es que el éxito no llega cuando las condiciones son ideales, sino cuando decidimos actuar a pesar de las circunstancias. En este artículo, exploraremos cómo un consultor, mentor o coach puede transformar su enfoque y pasar de la espera a la acción, utilizando estrategias prácticas y una mentalidad proactiva.

LA DIFERENCIA ENTRE ESPERAR Y CREAR

Entre los líderes en diversas industrias, se ha observado una división clara entre dos tipos de profesionales, cuya diferencia radica no en sus habilidades o recursos, sino en su perspectiva y enfoque ante los desafíos.

EL TIPO 1: LA TRAMPA DE LA ESPERA

El primer tipo de profesional se caracteriza por una mentalidad de espera. Sus razones para no actuar son aparentemente válidas: el mercado está saturado, el momento no es adecuado, la industria no valora su trabajo, necesitan más certificaciones o más confianza. Sin embargo, estas excusas, aunque reales, son convenientemente cómodas. Detrás de ellas se esconde un miedo profundo: el miedo al fracaso, al juicio y a salir de la zona de confort. Este tipo de profesional opera desde un locus de control externo, creyendo que su éxito depende de factores ajenos a su voluntad: la economía, el algoritmo de las plataformas de publicidad digital, el permiso de otros. Esperan que las condiciones mejoren antes de actuar, pero lo cierto es que las condiciones no mejoran hasta que ellos deciden moverse.

EL TIPO 2: LA MENTALIDAD DEL CREADOR

En contraste, el segundo tipo de profesional adopta una mentalidad proactiva. En lugar de preguntarse «¿por qué es difícil?», se pregunta «¿qué es posible hacer con lo que tengo?». No ignora la realidad, pero se niega a dejar que esta dicte sus posibilidades. Operan desde un locus de control interno, entendiendo que su respuesta determina el resultado. Para ellos, las restricciones son oportunidades disfrazadas, y cada desafío es una oportunidad para aprender y crecer. No esperan la validación externa; confían en sí mismos y actúan. Dos personas pueden empezar con las mismas condiciones, pero el tipo 2 siempre termina en un lugar diferente, no por tener más recursos, sino por su perspectiva.

CASO DE ESTUDIO: Un Consultor en Desarrollo de Negocios Online

Imaginemos a Carlos, un consultor y capacitador en desarrollo de negocios online para profesionales del conocimiento (Terapeutas, consultores, mentores, coaches). Carlos ha estado trabajando en el sector durante varios años, pero siente que su negocio no crece como esperaba. Al analizar su situación, Carlos se da cuenta de que ha estado operando como un «Tipo 1». Siempre ha esperado a tener más certificaciones, a que el mercado mejore, o a que sus clientes potenciales lo reconozcan como un experto.

Carlos decide hacer un cambio. En lugar de esperar, comienza a preguntarse: «Con lo que tengo, ¿qué es posible hacer?». Identifica sus fortalezas: su experiencia en negocios online, su capacidad para enseñar y su red de contactos. En lugar de ver la saturación del mercado como una barrera, la ve como una oportunidad para diferenciarse. Empieza a ofrecer cursos, talleres prácticos y mentorías grupales online y consultorías personalizadas, enfocándose en resolver problemas específicos de sus clientes.

Estrategias Prácticas para Pasar al Tipo 2

  1. Enfoque en Soluciones, no en Problemas: Carlos deja de quejarse de la saturación del mercado y comienza a buscar cómo puede ofrecer algo único. Identifica un nicho específico dentro de los profesionales del conocimiento y desarrolla un programa de capacitación, compuesto por un portafolio de eventos online de consultoría y capacitación, que van desde los gratuitos, para atraer desconocidos, a los de mayor precio (High ticket).
  2. Aprovechar las Restricciones: En lugar de ver la falta de recursos como un obstáculo, Carlos la convierte en una ventaja. Utiliza plataformas gratuitas para ofrecer webinars, cursos y talleres online y utiliza su red de contactos para conseguir sus primeros clientes.
  3. Acción Inmediata: Carlos deja de esperar a tener todas las certificaciones y comienza a actuar. Empieza a compartir su conocimiento a través de un blog y redes sociales, atrayendo y creando una comunidad con las características de su audiencia ideal.
  4. Mentalidad de Crecimiento: Carlos adopta una mentalidad de crecimiento, entendiendo que cada fracaso es una oportunidad para aprender. No teme al juicio, sino que lo ve como una parte del proceso de mejora continua.

La Importancia del Locus de Control Interno (Tipo 2)

El verdadero cambio para Carlos vino cuando adoptó un locus de control interno. Entendió que su éxito no dependía de factores externos, sino de su propia respuesta ante las circunstancias. Dejó de esperar que el mercado mejorara y comenzó a mejorar su oferta y diseño e implemento una estrategia de marketing digital dirigida a su nicho de mercado. Dejó de esperar la validación externa y comenzó a confiar en sí mismo.

CONCLUSIÓN

El caso de Carlos ilustra claramente cómo un cambio de perspectiva puede transformar un negocio. La diferencia entre el éxito y el estancamiento no radica en las condiciones externas, sino en la mentalidad con la que enfrentamos los desafíos. Para los consultores técnicos, la clave está en pasar de una mentalidad de espera a una de acción. No se trata de trabajar más duro, sino de trabajar más inteligente, aprovechando las oportunidades que ya están ahí.

En resumen, los puntos clave a recordar son:

  1. Identifica tu tipo: ¿Eres del Tipo 1, que espera, o del Tipo 2, que crea?
  2. Enfócate en soluciones: En lugar de ver obstáculos, busca oportunidades.
  3. Aprovecha tus recursos: Usa lo que tienes para empezar.
  4. Adopta un locus de control interno: Entiende que tu éxito depende de ti.
  5. Actúa ahora: No esperes el momento perfecto, créalo.
  6. Busca ayuda: Si está a su alcance, apóyate en un mentor, para evitar errores y acortar la curva de aprendizaje.

Si eres un consultor, mentor o coach, es momento de hacer un cambio. Deja de esperar y comienza a crear. El mercado no va a cambiar por sí solo; tú debes impulsar tu cambio.

¡El éxito hay que salir a buscarlo, no sentarse a esperarlo!

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